Necesito alguien que me emparche un poco y que limpie mi cabeza. Te necesito, lo admito. No puedo olvidarte. Soy un pelotudo, ya lo sé.
Quiero llorar descontroladamente y que me consueles, que me digás que todo va a salir bien, que no me preocupe por pelotudeces como solías decirme.
LA PUTA MADRE, NO PUEDO SER TAN IMBECIL.