viernes, 25 de marzo de 2011

Todo cae por su propio peso.

No sé que escribir. La hora no es muy favorable, tampoco lo es el momento. Lo que sé es que siento la necesidad de escribir, de escupir todo lo que tengo guardado, de sacar todo de alguna forma. Para colmo me duele la cabeza. Creo que se debe a que pienso mucho, pero mucho, y siempre en una misma cosa. No pienso entrar en detalles, porque ahí si me estaría yendo un poco de lugar. Lo único para destacar sobre eso es que llevo un rato largo dándole vueltas, y ya me cansé. No sé si es puro agobio generado por mi parte, o el simple hecho de que no va ni para adelante ni para atrás. Me cansé de adelantarme a cada jugada y acertar, y digo que me cansé porque, o sea... ¿Tanta cosa para qué? ¿Para que al fin y al cabo termine dándome la frente contra la pared? Si yo ya sabía de entrada que las cosas eran de una determinada manera, ¿por qué me empeciné tanto en cambiarlas? Hacerlo no me resultó difícil. Como dije antes, me adelanté ante cada jugada y acerté, pero al final todos mis intentos por cambiarla no resultaron. Se deshicieron al instante en el que quise dar el último paso, como si hubiese construído un castillo de arena y una ola gigante se lo hubiera llevado. Es frustrante.

En fin. El tema es que ya está, mis ilusiones acabaron aquel día, aquella noche mejor dicho. Ese algo las destruyó, y ya nada más queda. Sólo la esperanza. Pero acá viene mi preocupación... Siento que estoy la estoy perdiendo... ¿o ya la perdí? Es un tema que podría analizar, pero esta noche no. Ya demasiado tengo con el dolor de cabeza, y el dolor de seguir lidiando con todo lo mencionado anteriormente.

lunes, 21 de marzo de 2011

Un poco de introspección.

Dios, estoy cansado de mi mismo. Tengo que aceptar bastantes cosas. Cosas que preferiría que jamás hubiesen pasado, o que fluyan como las nubes. No, miento cuando digo eso de preferir que no pasaran y lala, porque sino no estaría de esta forma, y todo pasa por algo, eh? Además, es más experiencia para mi y algo así como un aprendizaje.

Quiero tener la cabeza clara; pensar con claridad, poder mentalizarme sobre cosas que ya no tienen vuelta; poder asumir algunas otras. Es que ya cansa que uno sea tan necio respecto a diversas situaciones/momentos de la vida. Son tan simples, tan efímeros además, y uno da demasiadas vueltas al pedo. Seamos sinceros.

Otra cosa que también quiero es poder respirar bien. Respirar bien y ponerme las pilas a full con piano. Quiero tocar, es lo que más amo y anhelo. Pero bueh, es que uno no puede avanzar sin antes tener conocimientos... Aunque me conforme bastante con mi oído, me sigue faltando algo.

Aunque ande con problemas mentales, porque eso son, puedo escribir bastante bien. Creo que me doy cuenta de cuál es mi problema; siempre lo supe. Es que se relaciona mucho con el primer párrafo, con asumir las cosas. Dije primero, perdón, quise decir segundo.

En fin. Estoy harto de equivocarme. Creo que no hay mayor temor que el de la equivocación. Es inevitable. Debo decir también que tengo momentos en los cuales me gustaría agarrar una cuchara y empezar a golpear a todos, jojo. Eso me hace acordar a la charla de Psicología de hoy, en donde el profesor (un ídolo) nos explicaba el comienzo de la Psicología (allá por los griegos) y que los filósofos (Filosofía, la madre de todas las ciencias, anoten chicos -?-) pensaban que el ser humano se componía de dos cosas: el cuerpo y el alma. El cuerpo, el recipiente, la prisión del alma, y el alma: lo que moviliza el cuerpo. Nuestra conducta, forma de ser, etc (después con la Psicología científica pasó a llamarse mente, pero antes era alma. No pregunten). A lo que venía con esto... no sé, no me acuerdo. Ah, si. Decía que mi pensamiento me hacía acordar a la charla de Psicología porque el profesor nos explicaba el comienzo...(?) Nah, hablando en serio, no tengo ganas de explicarlo. Mañana voy a tener Psicología de nuevo, y voy a sentarme y a mirar al profe explicar las cosas como hoy.

Creo que Psicología me está afectando. Pero en fin, me ayudó a escribir semejante pedazo de... texto. Disfruten y no se vuelvan loc@s.

jueves, 17 de marzo de 2011

Me encontraba en mi mundo, pensativo. Divagaba intentando de encontrar las respuestas. Era muy molesto, la verdad. Mi compañero de banco, como siempre, se atrevió a molestarme durante toda la mañana. Sólo en los recreos paraba.
Ya en la última hora de clases, y sin ganas de nada, continuó molestando y molestando de tal forma que me obligó a girarme de forma amable hacia su dirección.
-Me estás obligando a que agarre la tijera y te despelleje.

Continuó pensando que estaba bromeando, pero se equivocaba. Volví a advertirle lo anterior, pero esta vez le mostré mi arma.
-Me estás agotando la paciencia...
-Jajajajajajajaja, re sacado el chabón.
-No te estoy jodiendo, vos me conocés.
-Bueee, pará malo, jajajajajaja.

Me incliné hacia mi mochila, abrí el bolsillo escondido que tiene por dentro y saqué el cuchillo de cocina que tenía guardado allí. Volteé y se lo clavé en la garganta, ya me atormentaba con sus alaridos y bromas. Al fin se calló el muy imbécil.

El curso no se dio cuenta; no me extrañaba. Me apresuré antes de que las chismosas de Laura y Mariana notaran a mi compañero con la herida y le pregunté a la profesora si podía ir al baño. Asintió y salí con cuchillo en diestra y auriculares a siniestra. Sonó esta canción en particular, que hizo que recordara una parte de una serie que me gusta. Había relacionado un poco la situación, y lo divertido que sería imitarla. Retorné a mi salón extasiado por el momento y allí comencé a matarlos uno por uno. No me importaba nada. Cada movimiento efectuado con mi cuchillo sobre sus cuerpos era tan relajante. Iba liberando mi alma de sufrimiento, un sufrimiento incomprendido por mi ser. No sabía por qué sufría tanto. Por qué la sociedad era tan mala conmigo.
Poco a poco fueron quedando menos. La última persona que quedó de pie fue ella. La miré, pero estaba diferente. Tenía toda la cara mojada. Por qué se mojó si no llueve? Y además del agua, podía observar pequeñas manchas rojas en todo su cuerpo. Estaba boquiabierta, pero era de esperarse. Se encontraba frente a mi, el raro del curso, el que siempre habla de forma extraña; actúa de forma extraña.
De pronto, empecé a sentir que mis ojos ardían... No me gustó para nada. Le pregunté qué era lo que me pasaba, por qué mis ojos ardían, pero se quedó parada frente a mi, inmóvil. Seguía interrogándola, pero nada.
-Está en estado de shock- dijo una voz masculina.
-Pero no, qué decís. ¿No ves que nos tiene miedo?- Ahora era una mujer.
-No sirve. Es como los demás. Se burlará de nosotros, nos molestará como ese otro estúpido. Yo digo que hay que matarla, ¿no creés?

Esas dos voces sonaban en mi cabeza, no se callaban. Eran insoportables. Pensé en una forma de callarlas, eran molestas. Así que la maté.

-Oh por dios, qué es lo que acabo de hacer. Mariana, ¿me escuchás? Mariana...
-Era necesario, muchacho. No viste su reacción...
-¡CALLATE!
-Cómo te atreves a hablarle así, pequeña hormiga. Más respeto para él...
-No te molestes, no me importa. Este mocoso no sirve tampoco. Es inútil.
-Tenés razón, es un bueno para nada. Pero qué se le va a hacer, tendrá que cargar con esa carga por toda su vida. Inservible...
-CALLENSÉ, ME ENFERMAN. Callensé...
-Si querés te ayudamos. Prestanos tu brazo, ¿si?

Mi cuerpo empezó a moverse solo, no me obedecía. El cuchillo se posó en mi estómago, esperando la orden fatídica. Ya nada me importaba. No estaba asustado, ni triste, ni alegre. Nada. La muerte no significaba nada para mi, así que el proceso fue muy rápido. Lo único que me entristeció al final fue Mariana... nunca pude decirle lo mucho que la quería. Espero verla del otro lado, para confesarle mi amor. ¡Será genial!

martes, 15 de marzo de 2011

Mi melodía favorita.

Iban caminando hacia su sitio favorito, el campo de flores. En su caminata nadie hablaba. No se escuchaba sonido alguno. Ni siquiera los pájaros se escuchaban. Tampoco podían verse miradas o gestos cariñosos. Simplemente dos seres humanos, un hombre y una mujer, caminado hacia el mismo lugar.

De repente él se paró en seco, mirando hacia la nada.

- ¿Escuchas eso, preciosa? -dijo el chico de ojos castaños

Ella intentó poner atención, pero no escucho nada. Sólo silencio. Lo miró, para luego intentar concentrarse y oír algún sonido diferente. Nada.

- No, no escucho nada -contestó la chica un poco confundida.

- ¿De dónde vendrá tan bello sonido? -preguntó el chico buscando de dónde provenía aquel sonido tan particular.

- No quiero hacerte sentir mal... -dijo su acompañante, con un notorio tono de aflicción- Pero creo que estas loco, yo no escucho na... ¿Qué haces? -exclamó en un susurro, algo nerviosa, mirando al chico.

Él había pegado su oído al pecho de la joven y la abrazaba por la cintura. Las mejillas de ésta se tiñeron de un rojo carmesí.

- Este es el sonido... Ese bello sonido que yo escuchaba... -puntualizó el muchacho, mientras cerraba los ojos en un gesto de total tranquilidad-. Son los latidos de tu corazón...-

Ella tomó el color de todas las gamas del rojo y sintió como su corazón latía cada vez mas rápido. Decidió respirar profundo para tranquilizarse, sus latidos bajaron de velocidad. Comenzó a acariciar el cabello del joven, como si fuera un niño pequeño. La ternura se anidó en su mirada.

- Este sonido es tan cambiante y tan bello... -dijo él, aún con los ojos cerrados y su oído en el pecho de la joven-. De ahora en adelante, ésta será mi melodía favorita...

Sí, definitivamente... Quería oír esa melodía todos los días...
Disfrutaba pasar la tarde junto a mis amigos. Era uno de esos momentos en los cuales podía estar en paz, compartiendo grandiosos momentos, y con gente que valía la pena. No necesitaba aparentar nada, a ellos no les molestaba que de vez en cuando me colocara mis auriculares y viajara a mi propio mundo, lejos, reflexionando sobre esas pequeñas dudas de mi existencia. Eso si, no faltaba nunca ella, que hacía su entrada triunfal y removía uno de mis auriculares, transportándome a la realidad de nuevo.

-Eh, si te vas a aislar de todos, para eso no vengas- dijo en tono de reto. Percibía un poco de angustia en sus palabras.
-No, no es eso, corazón. Lo que pasa es que, cuando estoy con ustedes, puedo relajarme de tal forma que me cuelgo, y acá están las consecuencias- Dije en tono de broma, agregando la palabra "corazón" pausada pero claramente, para ver su expresión. Se sorpendió por un momento, pero luego volvió en sí. La había atrapado.
-Bueno, bueno eh. "Corazón" nada- Parecía molesta por eso -Vení, vayamos a las hamacas, quiero ganarte de una buena vez. Me desespera que siempre salgas invicto, te odio- Dijo entre risas.
-Ah, bueno. Así que la petiza se agrandó, eh. Ya vas a ver- Concluí sabiendo la que me esperaba, un gran puño en alguna parte de mi cuerpo. Me anticipé, la empujé despacio y salí corriendo de forma infantil. Quería verla sonreír aunque sea por un momento. De esa forma guardaría su sonrisa en mi memoria y la recordaría siempre que estuviese triste.

-¡Uuuuuy, te voy a matar!- Gritó exasperada. Sentía que si me detenía, me daría una gran patada que nunca olvidaría.

Llegué hasta las hamacas más rápido de lo que pensé. Me senté en el lado izquierdo, ya que era mi lugar preferido y de buena suerte, y me detuve a observarla. Era una mezcla de ira y dulzura andante. No pude evitar reirme, me despisté y, acto seguido, terminé en el piso.

-Ya suponía que iba a doler- musité. Me incorporé, y para mi sorpresa me encontré con esa magnífica sonrisa otra vez.

-Hey, salí de ahí. El izquierdo es el mío- reproché.
-Si, claro. Voy a dejar que te sientes acá, tu lugar de la suerte, eh-
-Sos tremenda- luego de eso, bufé y me senté a su lado.

Comenzamos con la competencia. Estábamos bastante parejos, sin contar el empujón que me dio de la nada. La miré enojado, y dí un salto. Una vez fuera de mi asiento, esperé a que ella se detuviera. Hasta que por fín lo hizo...

-¿Qué te pasa, te asusta un simple empujón?-
-......- Me limité siquiera a mirarla, para que supiera que algo sucedía.
-Qué pasa?- cambió el tono de voz.
-No, nada. Creo que me ganaste...- Sonaba raro. ¿Por qué? Hace un momento estaba enfadado, y ahora nada. La nada misma.
-No me mientas. Algo te pasa-
-No, tal vez me mareé-
-Agustin...¿qué te pasa?-

¿Por qué me sentía así? ¿Qué me pasaba?

-¡No sé! Si, no, ¡esperá! Sé que algo me pasa. No sé cómo explicarlo-

Sentía una rabia incontrolable. Primero: me había abierto a alguien. Jamás tuve la necesidad (ni el deseo) de decirle a alguien algo como eso... "No sé cómo explicarlo". Mentira. En lo más hondo de mi mente se encontraba la respuesta, y la tenía en la punta de la lengua. Pero no, no estaba del todo convencido de que sea la verdad. No lo estaba, o no quería.
Un gran sentimiento de duda recorrió mi cuerpo. Había caído en la desesperación. Odiaba no poder expresarme como siempre, tan seguro de mi mismo y con mis ideas claras. Pero luego de eso, una gran calidez me envolvió.
Era extraño, pero me gustaba. Tomé noción de lo que sucedía: se encontraba junto a mi, abrazándome de tal forma... Parecía tan frágil, pero tan resistente a la vez. Era perfecta.

-Ya sé qué es lo que me pasa- Mi voz sonaba diferente, casi como si fuese otra persona.
-Entonces...?- Se separó unos pocos metros.
-Esta vez te voy a ganar, muahahaha-
-Sos un tarado-
-Lo sé, trato de ocultarlo a veces pero me es muy difícil-
-¿Ves? Por eso mismo lo digo-

domingo, 13 de marzo de 2011

Euforia.

¿Nunca les pasó que se sintieron de un momento para el otro en el paraíso? Esa felicidad indescriptible, efímera, gloriosa. Luego de ese momento, y pongámosle un período de 24hs, decaés. Bajás a la Tierra, te chocás con todo lo que hay, te hacés mierda contra el piso. Y seguís así quien sabe hasta cuando.

No, no es mi caso. Por suerte ya me pasó (creo), ahora voy a hacer la tarea de Psicología, buscar lo de Física, y calculo que prepararé alguna excusa ante esto último, porque mi grupo es desorganizado (los quiero giles, y si leen esto, me hago responsable de lo que digo).

Por hoy no más cuentos, historias, o lo que sea que escribo siempre. Algo introspectivo, tranqui, light. Tal vez el primer párrafo no lo sea tanto, pero bueno, uno hace lo que puede, gente.



Paz y equilibrio, nada de euforia o depresión.

sábado, 12 de marzo de 2011

Conversación con mi psicóloga. (11/03/11)

-Estoy ansioso, mañana la veo y aclaro todo. Gracias por lo de ayer. :)

-Viiicio te dicen, gracias a vos por subirme el autoestima.

-Vicio por qué? De eso nada 8-) de nada, pero como dijiste, "uno hace su suerte" ^^

-Obvio, vicio de los papeles en Historia del Arte.

-Es lo más, contame algo.

-Asdhfhj Domingo ♥ tremendo finde se viene, jojo.

-Seeeeh, tremendo. Domingo, ese día te acompaño, muaha! Ahora es tu turno, oh si.

-Me donaste suerte, me siento poderosa. El Domingo me contás todo, o MEJOR, tomorrow night. Soy demasiado curiosa, tengo que admitirlo, mi sed de información y detalles es insaciable, you know.

-Dale, mañana a la noche, no faltes. Hoy subo esto, sep, ajá (?)
Procuraré dejarte satisfecha, no me gustaría otro golpe, me obligarías a medir mi mano en tu cuello, you know.

-I do. La charla menos interesante se te ocurre subir.
Siento que en cualquier momento secuestran el papelito.

-Yo también. Tengo hambre, sueño, bfwkasdmloy. Me aburre un poquito esta materia, lamentablemente. Hola :D xD

-A MI ME ENCANTA♥ además ya arranqué re bien, no me para nadie ahora.

-¡Bien ahí! Vos tenés suerte, le encontrás un sentido a todo.
"Sentido a todo" me suena a Sweeney Todd, quiero verla :(

-ES MUY GROSO!
Es raro, no busco pero encuentro.
Mi imaginación me lleva a reinos olvidados.

-Puta, dame un poco de lo que fumás, quiero experimentar algo nuevo.
Qué loco lo que me pasaste anoche, lo de los numeros.

-Viste, NO ESTOY TAN LOCA, es todo cuestión de actitud (?). Cuando me persigo con los 13 tiene un motivo. Me acordé de algo, ¿Sabés quién nació un 13?, you know...

-¡JODEME! Puros 13 en tu vida, ÒwÓ a mi el 3 xd (?) Dice que soy perfecto, nada que ver. u.u

-Después (a la noche) haceme acordar de que te cuente una curiosidad.
PD: soy un 13 andante, putos n- kármicos.

-Bueno, no queda otra. Esta noche hablamos, te adoro; GRACIAS POR TODO y acordate que uno hace su propia suerte. :)

viernes, 11 de marzo de 2011

Subjetividad.

"La vision que tengo de vos como hijo es parcial, porque yo conozco tu esencia. Se complementa con la visión que tienen los demás, porque ellos reafirman lo que yo conozco de vos."

Y mi opinión? Digo, visión... A ver, no tiene nada que ver con lo que la gente dice de mi. Soy totalmente diferente a lo que piensan... Bueno, no tengo ganas de explicar. Me la guardo para algún otro fin de semana, cuando me agarre un ataque de sinceridad.

Buenas noches.

jueves, 10 de marzo de 2011

Paz.

Ahhhh, al fin. Veo todo mucho más claro. Gracias a unas pequeñas charlas con mi psicóloga, y a autoanálisis que me hice, pude llegar a comprender mejor las cosas. Como dijo alguien:"My journey took me somewhat further down the rabbit-hole than I'd intended and, though I dirtied my fluffy white tail, I've emerged... enlightened."

Para una posible traducción, heme aquí. "Mi viaje me llevó hacia algún lugar mucho más abajo de la madriguera de lo que intenté, y aunque manché mi blanca y esponjosa cola, he emergido... iluminado."

Y así, paso a explicar. Divagando en mi retorcida mente, jojo, descubrí cuál era el cabo suelto.
Descubrirlo me llevó a pensar en una posibilidad para atarlo de una vez por todas. Analizando cada situación, cada momento, cada palabra emitida por esos dos seres, y al final algo me llamó la atención. Sutíl, efímero, ¿importante? No sé, pero si lo ví fue por algo. Lo único que tengo claro es que las cosas no van a quedar así, en el medio de la nada. He de comprender a fondo la situación, para mi bien y el nuestro.




*Dios, digo que cambié, que emergí iluminado, pero siento que sigo como antes.*

miércoles, 9 de marzo de 2011

¿Cuál es la raíz cuadrada de 7?

Me invaden el sueño y las ganas de apagarme. Apagar, reiniciar el sistema, iniciarlo en modo a prueba de fallos, descubrir qué está mal conmigo y arreglarlo. Definitivamente algo está mal, pero ¿QUÉ? QUE! Qué y POR QUÉ? Por qué, por qué, por qué, por qué, POR QUÉ?

Quiero respuestas, ya me cansé de hacer preguntas, preguntas y preguntas. Preguntas sin sentido, preguntas estúpidas, porque eso es lo que son. Estoy harto, quiero agua, mucha agua, tanto calor me agobia. Me estoy quemando, como buen Fuego que soy. Me quemo, me quemo.
Ay Dios, ahora se vienen los flasheos.

domingo, 6 de marzo de 2011

Crime and Punishment.

No sé si es bueno o malo. No sé si es necesaria su existencia, no sé mucho sobre eso, pero lo que si sé es que está allí, que existe. Ahora, ¿cómo interpretarlo? ¿Me dejo llevar, analizo y planeo algo, o qué?
Siempre me basé en la estrategia, en tener aunque sea una base, una idea. Nunca fui kamikaze, nunca pensé hacerlo.

Además, hay que tener en cuenta esto: Ningún caso es el mismo. Si es así, lo conveniente sería hacer ambas cosas: dejarme llevar, y cuando encuentre algo, incluso la más sutil de las señales, planificar.


Veamos qué sale de esta mescolanza. Dar el brazo a torcer no es una opción. Como dice un gran amigo mío:"No olvidar, siempre resistir."


Definitivamente, dar el brazo a torcer no es una opción. Incluso si tengo miedo de fracasar, o de mi mismo, no pierdo nada con intentarlo hasta el final.

Roto.


Yacía allí, desfallecido. No había un solo lugar que no halla sido herido. Sus brazos, inmóviles, apuñalados por los hombros. Su torso, atravesado por la espada de ese hombre... Y su mano derecha cerca de la suya, ambas cosas inertes. Y es que era así, jamás se rendiría, no podía dejarla allí. Debía protegerla, pero no podía moverse.
Po
r su parte, ella intentó abalanzarse hacia él. No pudo hacerlo, debido a que uno de los dos captores la tomó por el cuello y la estampó contra un poste de luz . Aunque no lo aparentara, estaba preocupado por ella.

-¡Qué es lo que te pasa tonta! Ese chico está muerto. Escuchá: Si le tocás un solo pelo, le agregarán 20 años a tu sentencia. Además, terminarás aumentando tus pecados por alguien muerto. Ya demasiado hiciste al otorgarle tus poderes.-
-Yo lo involucré en todo esto. Es mi culpa que esté muerto. ¡¿Qué tiene de malo acercarme a él?!
-Aunque sabes que eso empeoraría tu sentencia, realmente sientes que debes ayudarlo. ¿Eso estas diciendome?
-Asi es hermano...
-Entiendo, Rukia. Este joven se le parece un poco, pero intensamente no es asi.



En ese momento, un leve murmullo podía percibirse desde el piso.


-Dijo que estoy muerto, que me le parezco un poco pero no intensamente...Quisiera que dejaran de hablar como si no estuviera aqui, ¿ENTIENDEN?
-Ichi...
-Vámonos.

Definitivamente no iba a dejarlos escapar.

-Perdón si no te escuché, pero mirame cuando me hablas...
-Este chico aún puede moverse, pero es imposible...
-Ya veo. Me parece que no vas a necesitar ese brazo...

La joven se acercó donde su hermano e Ichigo, pateó la mano de este último. Actuaba diferente.

-Rukia, ¿qué estas haciendo?
-Sos sólo un humano... No sos más que un humano, ¿cómo te atrevés a sujetar así a mi hermano? Aprendé cual es tu lugar-

Ichigo quedó atónito, no podía creer lo que escuchaba.


-Debemos irnos ahora hermano, todas las cosas que hizo Ichigo me abrieron los ojos a la verdad. Estoy lista, llevame de regreso a la Sociedad de Almas. Llegó el momento de expiar mis p
ecados.
-No podés irte ahora, nuestro trabajo no terminó todavía... ¡Rukia!

-No sabés cuando rendirte, ¿verdad? entre más te muevas, más rápido irás a la tumba, joven heroe.
-No veo la necesidad de darle el golpe de gracia en este momento. Dejémoslo, de cualquier modo morirá muy pronto. Vámonos ya, hermano.

-Esperá Rukia, mirame. Es una broma macabra, ¿verdad? Ru...
-¡No te muevas!. Atrevete a dar un solo paso, o intentá alcanzarme, y te juro que yo... jamás te lo perdonaré. Vas a morir, ¿por qué no te quedás quieto y vivís unos segundos más?
-Esta bien, no voy a darle el golpe de gracia. Con mis dos ataques anteriores, destrocé su Cadena del Alma y su alma dormida. No tiene caso aniquilarlo. Va a morir en menos de una hora. Aunque sobreviviera a este ataque, perderá sus poderes tanto los de Segador de Almas como su poder espiritual. Renji.
-Si.


Extendió su espada, y con un leve movimiento la agitó en el aire, como si cortara el espacio. Pronunció unas palabras, y una majestuosa puerta apareció y se abrió. Y así, de uno en uno, atravesaron la puerta. Rukia fue la última en hacerlo. La mirada del joven, perdida, se centró en ella. Era lo único que podía ver, ya nada más importaba. No entendía por qué había pateado su mano. Fue como si quisiese protegerlo, pero lo que dijo... Su dolor era intenso, lo habían apuñalado directo en el corazón. El sufrimiento de saber que todo fue en vano, que había sido traicionado, que ya nada importaba...

-No puedo hablar... no puedo moverme... Me rompiste otra vez, Rukia... Me duele. Siento el cuerpo pesado, tengo frio...

viernes, 4 de marzo de 2011

Bomba de tiempo.

Me desespera no poder escribir lo que quiero.
Desde hace unos pocos días perdí la inspiración, desapareció de repente y mi mente se bloqueó. Voy a ver si con un poco de redacción se destraba, porque me da muchísima bronca. Sé qué es lo que quiero escribir, simplemente no me sale.
Sé que si sigo así voy a colapsar, explotar, y va a ser muy feo. Era lindo escribir lo que pensaba.
En fin, no me extiendo más, vamos de a poco porque tampoco da para escribir un testamento.