domingo, 13 de marzo de 2011

Euforia.

¿Nunca les pasó que se sintieron de un momento para el otro en el paraíso? Esa felicidad indescriptible, efímera, gloriosa. Luego de ese momento, y pongámosle un período de 24hs, decaés. Bajás a la Tierra, te chocás con todo lo que hay, te hacés mierda contra el piso. Y seguís así quien sabe hasta cuando.

No, no es mi caso. Por suerte ya me pasó (creo), ahora voy a hacer la tarea de Psicología, buscar lo de Física, y calculo que prepararé alguna excusa ante esto último, porque mi grupo es desorganizado (los quiero giles, y si leen esto, me hago responsable de lo que digo).

Por hoy no más cuentos, historias, o lo que sea que escribo siempre. Algo introspectivo, tranqui, light. Tal vez el primer párrafo no lo sea tanto, pero bueno, uno hace lo que puede, gente.



Paz y equilibrio, nada de euforia o depresión.

2 comentarios:

Sasha Ela T. dijo...

Interesante. Bonito. Simple. Nada extraño, todo muy obvio. Pero como siempre expresado con las mejores palabras. Me alegra que no haya sido tu caso, y espero que en un futuro tampoco lo sea. Bueno saludos colega.

Peacemaker dijo...

Recién veo este comentario.
Contestando tu mensaje, si fue mi caso. Como dije, uno hace lo que puede, y por lo menos pude salir de aquel desagradable estado. Digo desagradable por las consecuencias, porque si, es verdad, uno se siente en el paraíso. Pero lo que viene después no es muy bonito.

Espero yo también que no se repita, creo que no lo soportaría dos veces.