jueves, 2 de junio de 2011

Excusas.

"Si yo no te agarro en el momento, después se me pasa y te aprovechás de que me olvido."
"A ver si te ponés las pilas en vez de boludear todo el día."
"Te creés el dueño de la máquina, pero no estás solo: somos tres."


A ver...

1) Entiendo que estés mal. No sos el único.
2) Que estés mal no justifica que me tengas que tratar como el orto.
3) Yo no ando echándote las cosas en cara, porque, lisa y llanamente, no se me ocurre una crítica coherente en el momento. Es que no soy de confrontar, y me paralizo. Esto me lleva a permanecer en silencio, meditando y analizando, y al final (como siempre) se me ocurre una respuesta medianamente coherente.
4) ¿Quién planteó en Enero dar vuelta todo para darle un orden? ¿Quién asumió la responsabilidad y se quedó horas y horas, hasta el punto de que se hicieran las 6 de la mañana ordenando? ¿Quién se aprovecha y quién boludea todo el día? Está bien que fue hace 4 meses... dios. Está bien que fue hace 4 meses, pero no por eso ahora voy a cambiar y me la voy a rascar a 4 manos.
5) El hecho de que me dijeras que me creo el dueño de una puta computadora, y que me tengan que pedir permiso para usarla me dio por las bolas. Yo no soy dueño da nada y de nadie, a mi no me tienen que pedir permiso para nada, ni para usarla, ni para salir a la calle a dar una vuelta, etc. Por favor, no me vengas con calumnias.
6) En ningún momento te falté el respeto. Vos expresaste tu idea y yo te escuché; no significa que tenga que hacer lo mismo y responderte. No es por rebelde, no, sino porque ni siquiera me ibas a escuchar. Hubiese hablado con la pared.
7) Lo que me revienta es que creas que tenés la verdad absoluta, que te creas el dueño del mundo.
8) Sinceramente, me chupa un huevo el hecho de que quizás nunca vayas a leer esto (y si lo leés, no me preocupa). Al menos pude sacar toda la mierda que me guardé por dos horas seguidas.



He dicho.

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