En todos lados lo escucho. Si, siempre lo escucho, y siempre termino asociándolo. No lo soporto, aunque podría, pero sinceramente no tengo ganas de hacerlo. ¿Por qué? Porque por dos segundos quiero frenar, detenerme.
No puedo seguir así, es insano. Si, hace mucho que no lo hago, pero ya está: me rindo. Como dije antes, no puedo seguir así, siempre chocándome contra la pared. Basta. Si querés, vení, pero ya no te voy a ir a buscar. Es simple: Me cansaste. Siempre hacés lo mismo, ¿por qué tenías que ser así? Yo te veía diferente, especial.
Veo que me equivoqué, y al final fue todo para nada. Pero bueno, tarde o temprano debía rebelarme para poder ver las cosas como realmente son. Mejor aún: no voy a hacer nada. Voy a dejar que el agua corra, que siga su curso, y que sea feliz.
"Me mantengo al margen de todas esas tragedias amorosas, no me interesa sufrir por eso."
Gracias, Iris.
2 comentarios:
Bastante interesante tu manera de bajar los brazos y rendirte ante "el enemigo". Es como dice el dicho: "Si no puedes contra el enemigo, únetelo." Espero que te sirva de algo, y si no... Bueno que se le va a hacer, habra que buscar otros caminos.
Os vemos luego.
De nada.
Yo creo que mas que bajar los brazos y rendirme (así fue como lo expresé, "me corrijo" supongo) sería sentar cabeza y ver la realidad. Estaba jugando mucho con mi imaginación, creando así una telenovela que daba pena.
Por otro lado, gracias por compartir tu opinión, es otro punto de vista y realmente me sirve.
¿Sabés qué? Estoy empezando a creer que mi enemigo es la Realidad.
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